Latinoamérica ha venido destacando por su potente mercado cinematográfico, con países como Argentina y México, como los mayores productores de la región. Este último, de acuerdo al más reciente informe Instituto Mexicano de Cinematografía, contabilizó 258 largometrajes en alguna etapa de producción: películas terminadas, en postproducción, con rodaje concluido o en proceso de rodaje.
Mientras que en Argentina, el último anuario presentado por el INCAA, dio fe de que en 2022, se estrenaron comercialmente 230 películas nacionales y 194 películas extranjeras, haciendo un total de 424.
En imagen global, México es poseedor del parque cinematográfico más grande con 7300 pantallas, superando a Brasil (3200) y Colombia (1200). A pesar de liderar en ventas de entradas con 110 millones en 2021, la cuota de cine nacional apenas alcanzó el 8,3%, evidenciando la brecha entre la producción y la preferencia del público.
Justamente este disparo de las producciones nacionales ha virado los ojos a nuevas propuestas de ventaneo por parte de los entes públicos nacionales en cada país.
México ha visto la disminución de las medidas de protección al cine mexicano desde 1994, lo cual ha creado un panorama desafiante para el audiovisual nacional. Una de las medidas para contrarrestar fue el establecimiento de una cuota de pantallas del 10%, pero parece no ser suficiente para potenciar a la industria. María Novaro, directora de IMCINE, expresó en una reciente entrevista una petición que hizo en 2020 sobre la necesidad de más herramientas para garantizar el cumplimiento de leyes de exhibición, pero hasta la fecha, las novedades son escasas. La participación del cine mexicano, incluso tras el 24% de estrenos en 2021, se ve limitado, con un 44% de las películas estrenadas en menos de 10 pantallas.
Una de las iniciativas recientes fue el Plan de Fomento para el cine mexicano (FOCINE), que ha centrado sus esfuerzos en la exhibición, que además establece estímulos para proyectos de formación de públicos y apoyos para equipar salas. Hasta el momento, el programa ha respaldado 61 iniciativas entre 2021 y 2022.
Brasil también tiene otra iniciativa que busca fomentar el ventaneo de producción local. Spcine, el instituto que actúa como una oficina para el desarrollo, financiamiento e implementación de programas y políticas para los sectores de cine, televisión, juegos y web, ha venido reconociendo y estimulando el potencial económico y creativo del audiovisual de la ciudad de São Paulo y su impacto a nivel cultural y social.
Varias son las iniciativas que promueve Spcine, entre ellas el “Circuito Spcine” que cuenta con 20 salas públicas con programación frecuente y con entradas a precios populares, lo cual ha democratizado el acceso del cine nacional a las comunidades.
Y más reciente, la plataforma Spcine Play pretende ser una nueva ventana que complemente su circuito de salas. Y aunque la plataforma fue lanzada hace un par de años, hoy en día se encuentra en su tercera fase tras varias iteraciones, pero con el mismo fin: ofrecer contenido gratuito a través de su aplicación, disponible en Smart TVs, celulares, computadoras y tablets.
Actualmente, Spcine Play se destaca como una plataforma gratuita, que abre el camino para el acceso a contenidos diversos, cuidadosamente seleccionados y centrados en el cine brasileño. Cristiano Filiciano, coordinador de comunicación, expresó en entrevista a Prensario: el compromiso de la plataforma es brindar espacio no sólo a realizadores de renombre, como Zé do Caixão, Ana Carolina, Tatá Amaral, Sganzerla, Helena Ignez, Helena Solberg, Lúcia Murat, entre otras, sino también a la producción contemporánea e independiente.
En el caso de Argentina, el INCAA, a través de sus espacios, también ha potenciado la primera ventana de un gran número de producciones locales. Pero además, adoptó una propuesta similar a la de SPcine, con su VOD, CINE.AR Play, que ofrece cine argentino de forma gratuita. Hoy en día el servicio cuenta con más de 2 millones 500 mil usuarios registrados, y más de 300 horas de contenido. La estrategia se basa en primeras exhibiciones cortas para luego liberar los derechos digitales de los títulos. Pero además integra una sección paga que le permite a los usuarios ver películas por un valor similar al de una sala de cine.
‘Cine.Ar Play hoy en día es una comunidad bastante grande, si se toma en cuenta que es una plataforma de nicho, donde los usuarios disfrutan de cine nacional gratuito, pero por otra parte es una comunidad de realizadores que han confiado en la propuesta del INCAA como una primera pantalla de exhibición’, explicó Camila Rocha, asistente de gerencia de exhibición en Cine.Ar Play.
Finalmente, Chile, a través de Ondamedia busca responder a la concentración y la escasez de salas con una plataforma de streaming que conecta cine y ciudadanía. Aunque enfrenta el desafío de la difusión, ha experimentado un aumento significativo en la visualización de películas nacionales, con un promedio de cinco estrenos por mes y alrededor de 15 mil visionados por película. ‘Nos hemos dado cuenta de que no nos sirven los trailers oficiales de las películas, sino que los videos de 20 segundos funcionan mejor para que el algoritmo le dé una proyección amplia’, destacó a un medio local Ian Goldschmied, director de Ondamedia.