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La industria audiovisual en EEUU como motor de empleo

Durante el último año, la industria cinematográfica y televisiva de EEUU se consolidó como un pilar fundamental de la economía nacional, tanto por su capacidad de generar empleo de calidad como por su impacto en los negocios locales y su rol estratégico en el comercio exterior.

Con un aporte total de 2.32 millones de empleos, el sector no solo emplea directamente a más personas que industrias como la minería, la extracción de petróleo o la fabricación de automóviles, sino que ofrece salarios superiores al promedio nacional. Los trabajadores vinculados a la producción percibieron un ingreso promedio de $111.714, mientras que aquellos ligados a la distribución recibieron $122.839.

Esta dinámica se refleja también en los más de 122.000 negocios que forman parte del ecosistema audiovisual, de los cuales un contundente 92% son pequeñas empresas con menos de 10 empleados, distribuidas en los 50 estados del país. La media salarial de los empleos directos en la industria fue de $118.787, superando con creces el promedio de otras actividades.

El impacto económico va más allá del empleo directo: los rodajes de películas y series implicaron un gasto promedio local de $21.8 millones y $48.9 millones, respectivamente. Estas producciones generaron más de 1.400 contrataciones locales por proyecto y destinaron más del 50% del presupuesto a salarios locales, con un promedio de $670.000 diarios en el caso de películas y $475.000 para series.

El poder de compra del sector también se tradujo en más de $21 mil millones en pagos a más de 194.000 empresas locales, desde proveedores de catering hasta compañías de alquiler de equipos digitales. Este efecto derrame se completa con una contribución tributaria de $38 mil millones, a través de impuestos estatales, federales y corporativos.

En el plano internacional, la industria audiovisual estadounidense se destacó por su superávit comercial de $15.3 mil millones, exportando contenidos por un total de $22.6 mil millones. El saldo positivo superó al de sectores como telecomunicaciones, transporte o servicios de salud, representando el 6% del superávit total en servicios del país.

A pesar de las interrupciones provocadas por las huelgas del WGA y SAG-AFTRA entre mayo y noviembre, el sector demostró una resiliencia notable. La producción y distribución de películas y programas televisivos no solo constituye un recurso cultural valioso, sino también un engranaje clave para la economía estadounidense y su proyección global.