Colombia ha emergido en los últimos años como un destino predilecto para las grandes producciones internacionales, consolidándose como uno de los nuevos platós favoritos de Hollywood y de las principales plataformas de streaming globales. Si bien el país ya era conocido por su vibrante diversidad de paisajes y su rica cultura, hoy se le reconoce también por ser una plataforma de producción en ascenso, impulsada por un conjunto de incentivos fiscales que buscan atraer megaproducciones como las de Game of Thrones.
En este contexto, los incentivos colombianos, como el Fondo Fílmico Colombia (FFC) y el Certificado de Inversión Audiovisual (CINA), han sido claves para un crecimiento sostenido de la industria audiovisual local. Estos programas, aprobados hasta 2032, no solo han generado un flujo de inversiones extranjeras, sino que también han fortalecido la infraestructura y la capacidad técnica del país. Empresas productoras, estudios de grabación y compañías de postproducción se han multiplicado, creando un ecosistema robusto que beneficia tanto a los productores internacionales como a los técnicos y artistas colombianos.
El FFC, creado en 2012, fue inicialmente dirigido a proyectos cinematográficos y ofrece reembolsos de hasta el 60% de los gastos realizados en el país. Este porcentaje se distribuye entre los gastos directos de producción, como la contratación de personal, alquiler de equipos, y gastos logísticos como transporte y alojamiento. A pesar de su presupuesto limitado de US$ 2,3 millones anuales, el FFC ha sido crucial para proyectos de menor escala. Desde su creación, ha aprobado 52 proyectos, destinando más de 22 millones de dólares al desarrollo de la industria audiovisual colombiana.
Por su parte, el CINA, lanzado en 2020, ha demostrado ser aún más atractivo para las grandes producciones internacionales. Ofrece un 35% de descuento fiscal y permite a las productoras transferir este beneficio a otras empresas dentro de Colombia, creando una flexibilidad única en la región. Con un presupuesto anual de 76 millones de dólares, el CINA ha financiado no solo cine y televisión, sino también una amplia variedad de formatos audiovisuales, desde documentales hasta videojuegos, y ha incentivado la postproducción de proyectos internacionales. En lo que va de 2024, ya se han aprobado 22 proyectos por un total de casi 30 millones de dólares.
El éxito de estos programas no solo se mide en cifras, sino también en el impacto que han tenido en la economía colombiana. Gracias a los incentivos, el país ha visto un boom en la creación de estudios de grabación y empresas especializadas en postproducción. Esto ha permitido que el talento local se capacite en proyectos internacionales, mejorando la calidad de la industria audiovisual colombiana y posicionándola en el mapa global. Según Silvia Echeverri, directora de la Comisión Fílmica de Colombia, este impulso ha sido fundamental para transformar la balanza comercial audiovisual del país, que hoy exporta más contenido del que importa.
Sin embargo, la industria aún enfrenta desafíos importantes. A pesar de la creciente popularidad de Colombia como destino de filmación, sigue siendo eclipsada por gigantes regionales como México, Brasil y Argentina, que cuentan con más infraestructura y una mayor tradición en la producción audiovisual. Según Samuel Duque, presidente de TIS Productions, aunque el crecimiento ha sido significativo, aún queda un largo camino por recorrer para atraer producciones de la magnitud de Game of Thrones. Las limitaciones en la infraestructura técnica y la falta de ciertos servicios avanzados son obstáculos a superar.
A pesar de estos desafíos, las ventajas competitivas de Colombia son innegables. El país ofrece una geografía diversa que permite recrear múltiples escenarios sin necesidad de desplazamientos largos, lo que ahorra costos y tiempos de producción. Además, la economía colombiana ha mostrado estabilidad, un factor atractivo para los inversores, especialmente en un contexto global incierto.
El futuro de la industria audiovisual colombiana es prometedor, siempre que el país continúe apostando por los incentivos fiscales y siga invirtiendo en infraestructura y capacitación. La continuidad de estos programas será clave para garantizar que Colombia mantenga su lugar como un destino atractivo para las superproducciones internacionales. Si el país sigue desarrollando sus fortalezas y adaptándose a las demandas de la industria global, el sueño de ver producciones del tamaño de Game of Thrones rodándose en sus paisajes podría convertirse en una realidad.