Por Nicolás Smirnoff
‘En Disney, llevamos 20 años haciendo producciones originales en América Latina. Hemos tenido enormes logros como Violetta, Soy Luna, Monzón, etc. Pero si antes generábamos 6-7 al año, casi produciendo a pedido de ciertos broadcasters, hoy en la era OTT estamos en 100 producciones al año, esperamos concretar 130 en el 2022. El desafío es otro, lograr que el conjunto tenga el nivel de cuando hacíamos menos. Para ello logramos una gran estructura de talentos y sobre todo de partners, que una vez elegidos no les tenemos que estar encima. Nunca fuimos de meternos, pero todo fluye muy bien ahora. Se logra diversidad y profundidad de producción’.
Leonardo Aranguibel, head de operaciones y estrategia de producción en The Walt Disney Company Latin America, continúa en reportaje a Prensario: ‘Algo similar ocurre en el mercado global. Hace diez años se producían unas 40-50 series de peso prime time en el mundo. Hoy se producen 400 y para el año que viene se esperan +600’.
¿Hay capacidad real de absorber todo este contenido original, o es una burbuja? ‘Yo quiero creer que sí, porque hoy la audiencia está mucho más diseminada que antes, se acepta producto de cualquier origen, además ahora las series son más cortas: mismas horas, más series. Hay OTTs por país, por género, por cualquier target… Nosotros seguro tenemos cabida para todo lo que estamos haciendo, se verá con el tiempo qué ocurre con los segmentos más de nicho’, responde el ejecutivo.
¿Qué diferencia hay entre producir para TV vs. streaming? ‘Hoy sobre todo la duración, de las series y los episodios. Nuestra primera gran producción original en la región, Amas de Casa Desesperadas, la hicimos con formato americano, de 13 episodios por 2005. Nos dimos cuenta que América Latina necesitaba tiras más largas. Pasamos a hacer súper series de 80 capítulos, como A corazón abierto (Grey’s Anatomy) que fue un gran éxito y terminó con 65 episodios extra’.
Según Aranguibel hoy es al revés: ‘Si bien aún hay telenovelas de 120 episodios, la mayoría de las ficciones ya se producen de 60 a 40 episodios, y bajando: 25, etc. Disney+ tiene varias de sus series globales con episodios de media hora, otros OTT lo mismo o menos. Para el binge watching y que se pueda encajar en cualquier momento y lugar, será todo más breve de aquí en adelante’.
‘Yo he producido series en Europa aparte de América Latina, y puedo decir con conocimiento de causa que producir en la región tiene importantes diferenciales. Aquí el talento es excepcional, muy versátil y con mucha gente joven, en sus 30, que parecen tener 30 años más de experiencia. Eso no es fácil de conseguir afuera. Además, hoy se ha emparejado mucho la calidad de producción, en budgets y equipamiento, entonces lo que sobresale son las historias. Y los latinos estamos llenos de muy buenas historias, fuimos creadores del Realismo Mágico. Seguiremos marcando diferencias en la era OTT’.
¿Qué queda por inventar? ‘En mi Venezuela natal había un buen dicho. “Si lo supiera, ya estaría inventado”. Lo que sí creo es que nuestra industria tiene una evolución permanente, así que todos los años veremos novedades y redeficiones. Los mayores cambios siempre los veremos en los formatos de los contenidos, las formas de llegar al público, más que en los productos en sí. En ellos si bien se crean nuevos subgéneros, se combinan entre sí para nuevas mezclas, en el fondo siempre hay dos géneros madre: el drama y la comedia, como las mascaritas de los teatros griegos, viene desde entonces. En estos dos pilares se seguirá construyendo todo lo que viene’, sostiene.
Y prosigue: ‘Por donde creo que vendrá lo más disruptivo es por la interacción de la audiencia con los contenidos. Hay mucho por desarrollarnos allí. No lo veo tanto en que haya varios finales y el público elija, etc., porque eso va un poco contra la esencia de quien genera. Pero sí que con las redes sociales, Internet, el feedback de la audiencia se irá metiendo cada vez más en los procesos de creación y producción. Ya ocurre con muchas series de free TV que según el rating y el feedback, ciertos personajes ganan o pierden protagonismo, pero se puede llegar mucho más lejos’.
Tras anunciar a fines de 2021 el acuerdo por 20 proyectos con Mariano Cohen y Gastón Duprat (Limbo… hasta que lo decida con Pampa Films/Gloriamundi, y Terapia Alternativa con Kapow), Aranguibel concluye sobre el rol de los creadores latinos: ‘Las grandes plataformas tenemos la obligación de verlos, escucharlos, abrirles lugar. Si no lo hacemos, nos lo tienen que reclamar. Porque allí está el motor genuino de la industria, el poder innovador y de superarnos. En el mercado que viene hay más espacio para mucha gente, esa es otra de las buenas cosas que van tomando anclaje. Disney+ y Star+ evolucionarán fuerte en contenidos originales de aquí en más, a nivel global y en particular en América Latina’.