Esta 11va edición de MIPCancun en México promete ser muy interesante: por un lado, hay buena cantidad de emprendimientos digitales nuevos, como detallamos en nota aparte y que están presentes el primer día en el AVOD & FAST: Americas Summit, que hostea Prensario. Por otro lado, el mercado de contenidos sorprende en tendencias en cada trimestre, y lo acontecido en Mipcom (Cannes) hace un mes, abre un panorama auspicioso para las empresas latinas a escala global, si toman decisiones acertadas
¿Qué pasó en Mipcom? Los principales rasgos fueron dos: primero, hoy se avanza fuerte hacia lo digital pero curiosamente, con mucha vuelta a lo tradicional, generando una especie de ‘Back to the Future’ donde hay que saltar seguido de pasado a futuro y viceversa. Y segundo, los mercados centrales están de ‘capa caída’, siendo los emergentes los más pujantes. Esto lo están aprovechando sobre todo los players asiáticos, Japón y Corea, pero también CEE, MENA y América Latina, que en Mipcom sorprendió con la presencia de 4-5 buyers de Centroamérica que no suelen asistir y por proyectos novedosos online —como El Reino Infantil— que marcan nuevos rumbos a seguir.
Así, en uno de los dailies de Mipcom que espero hayan recibido, nos preguntamos si se está creando un mercado ‘bizarro’, con tendencias ‘weird’, raras. Veamos estos dos ‘rasgos’ y donde están las oportunidades para América latina, que son a todo nivel: distribución, producción, servicios, broadcasters, plataformas.
Rayuela a través del tiempo
El juego futuro-pasado debe entenderse como dos procesos simultáneos, alimentados entre sí: en el primero, se evoluciona progresivo y veloz hacia lo digital, con social media, on demand, live streaming, ahora IA (Inteligencia Artificial) como pilares. En el segundo, como en un efecto pendular, se vuelve a hacer foco en lo tradicional para asegurar negocio y rendimiento: procedurals, free TV de nuevo arriba, volver a la publicidad vs. las subscripciones, volver a la distribución major internacional vs. la exclusividad OTT.
A esto se agrega que la garantía de éxito para los formatos de entretenimiento es volver una y otra vez a los grandes clásicos, y que en estos tiempos donde no abundan los budgets, seguido se apuesta a series que ‘se ven solas’, tradicionales. Las vueltas a la publicidad y a la distribución internacional le han dado un giro enorme al negocio, tornando todo ‘como era antes’. Por eso hoy hay que saltar entre pasado y futuro, intentando lograr una buena combinación ‘atemporal’, que aplique para ambos frentes.
El centro deja de ser centro
Hoy los cuatro países más fuertes de contenidos están en crisis, sufren reducción de proyectos, costos y personal. USA, por la huelga de escritores que frenó muchos proyectos. UK, por el Brexit y la inflación. Francia y Alemania, por problemas sociales y el segundo, por primera vez en mucho tiempo, problemas económicos. ¿Cómo salen de eso las empresas líderes? Desarrollando los mercados emergentes, en busca de soporte financiero o energía fresca.
A esto debe sumarse que desde la pandemia, la mayoría de los estudios, los titanes de formatos y las plataformas de USA y Europa Occidental, están con reducción/recesión sistemática. En oposición, las empresas de naciones emergentes se especializan en hacer contenidos frescos en menos tiempo, personal y costos. Los centrales, que antes los miraban con desdén, ahora tienen que aprender de ellos y seguirlos.
El mercado bizarro y sus tendencias raras
Todo este combo futuro-pasado y centro-emergente, pone patas para arriba muchas verdades históricas. Así, en Europa ahora se ve cómo proyectos de ficción terminan siendo ‘docu-fictions’, con hasta 60% de secuencias reales, para bajar costos. O casos como el formato japonés ‘LOL: Last One Laughing’, que tiene suceso único a nivel internacional porque… no tiene biblia!, al ser muy simple de adaptar. Es de Yoshimoto Kyogo y Prime Video ya le hizo 20 adaptaciones en el mundo.
Por otro lado, la primacía de los mercados emergentes por ejemplo está cambiando la duración de las series. En el último tiempo se tendía fuerte a series más cortas, pero ahora el ‘mundo emergente’, que es 2/3 del total, prefiere series horizontales (diarias) que deben ser más largas, vs. las verticales que son un episodio por semana. Así, los distribuidores UK, franceses con series cortas, venden menos que un turco, coreano o latino, con series de 40 episodios para arriba. El costo por episodio se amortiza mucho más en series largas, encadenando a la audiencia.
Los latinos, reposicionados
Ya se debe entender a dónde queremos llegar. Los latinos fueron muy fuertes en telenovelas de larga duración y dominaron varios slots de las grillas globales durante un par de décadas. Pero luego surgió la producción propia en muchos territorios, las mareas turca y coreana… hoy les cuesta hacerse lugar, depende de cada caso. Lo bueno es que sus productos han evolucionado mucho, hoy no tienen nada que envidiar a los mercados centrales y hay muy buenos desarrollos tanto en ficción como entretenimiento, en gran variedad de géneros. Así pueden a los mercados más exigentes, con remakes en las networks americanas, Francia, etc.
Entonces, esta nueva coyuntura les da más margen de maniobra y potencial. Obviamente, la crisis de los países centrales no durará por siempre, y no dejan de ser los líderes. Pero estos son tiempos de más alianzas, de mayor potencial en cada eslabón comercial, por lo de producir lo mismo más rápido y económico. Los latinos son especialistas en eso. Tomar decisiones correctas es viajar a más mercados, apostar a calidad cuando otros reducen, buscar las vetas donde mejor pueden actuar, interactuando con sus propios partners para identificarlas.
Citamos el caso de El Reino Infantil: comenzó con contenidos infantiles prescolares en Youtube, que se volvieron canales, con spin off de los personajes que se hacían populares. Aprovechó la masividad de Youtube para crear una gran comunidad online y a partir de ahí, desarrolla negocios 360 grados, logrando con marcas propias lo que envidian marcas globales. Evoluciona flexible a partir del feedback de sus ‘usuarios’ a cada paso. Es una lección para los países centrales (lograr mucho supuestamente con poco, y sostener la evolución) pero también para cualquier latino emprendedor de contenidos.
Todo esto que decimos se puede empezar a llevar a la práctica en este mismo MIPCancun, donde vienen muchas empresas de afuera a hacer negocios con América Latina, con el pack ‘todo en uno’ y las reuniones por algoritmo entre buyers y sellers que asegura la organización. Vale promover charlas win-win, de recibir pero proponer a la vez, viendo nuevos espacios de negocio. El mundo es distinto ahora, mucho más amigable y flexible para lo bueno sin pedigree. De gestión se trata, ahora. Adelante…
Nicolás Smirnoff